Piélagos: la experiencia descentralizadora de Liencres

 

A través de una delegación de competencias y la creación de una oficina municipal, el Ayuntamiento hace realidad el principio nunca cumplido por los poderes públicos de acercar la Administración al ciudadano.

Hace unos días asistí invitado a la inauguración de la oficina del Ayuntamiento de Piélagos en Liencres, localidad situada a tres kilómetros escasos del municipio de Bezana y a veinte de la capitalidad de Piélagos, que es Renedo. Más de trescientas personas asistieron al acto en el que el alcalde, Jesús Angel Pacheco Bárcena y el primer teniente de alcalde, vecino de Liencres, Francisco Llata, tuvieron el protagonismo institucional que la ocasión merecía, con una presencia masiva de vecinos que valoran positivamente la iniciativa y que les permite alcanzar unos derechos de los que carecían por su lejanía de la capitalidad municipal.

El acto comentado tiene una importancia especial que debiera ser copiada y desarrollada por otros Ayuntamientos cántabros. Piélagos tiene una superficie de casi noventa kilómetros cuadrados y Liencres, uno de sus núcleos, que actualmente presenta un importante crecimiento demográfico, está situado a veinte kilómetros de la capitalidad. Lejos, demasiado lejos si tenemos en cuenta que Bezana e, incluso, Santander, se encuentran demasiado cerca.

El alcalde de Piélagos ha dado respuesta antes de que los vecinos lo plantearan a una demanda de estos tiempos: aproximar la gestión administrativa y política a los administrados. Así, cualquier documento municipal que precise un ciudadano es tramitado y entregado en el momento, gracias a los avances tecnológicos que el Ayuntamiento viene aplicando desde hace ya tiempo. No se precisan traslados a Renedo, ni más gestiones que rellenar unos datos y vía informática complacer al ciudadano. Esto es cumplir con una demanda, gracias a esta original idea que en su día planteó el que fuera concejal Julián Fernández y que el alcalde hizo suya, abanderándola y desarrollándola al máximo. En cuanto a la acción política, el alcalde ya anunció que pronto se celebrará algún pleno en esta localidad, que hasta ahora miraba más hacia Bezana que a Renedo, la capitalidad de los servicios municipales.

En unos tiempos en los que - por ejemplo, a nivel autonómico - los ciudadanos tienen que desvelar, primero, donde está el servicio al que quieren acudir por la dispersión de oficinas y competencias, la iniciativa ejecutada en todas sus posibilidades por los gobernantes de Piélagos merece un aplauso y un reconocimiento público. Aproximar la Administración a los administrados es un reto que se imponen todos los responsables públicos pero que muy pocos cumplen de manera eficaz.

La etapa de diez años de Jesús Ángel Pacheco al frente de la alcaldía de Piélagos es una de las más fructíferas de su historia. Gracias a planes presupuestarios ambiciosos, pero sin comprometer la solvencia económica municipal ya que su tasa de deuda es baja, el equipo de gobierno ha sido capaz de crear infraestructuras educativas, sociales, sanitarias y deportivas que hacen de Piélagos un municipio rico en servicios.

 

El esfuerzo municipal ha sido importante y solo hay que reconocer, a este respecto, que si el Ayuntamiento cuenta con un instituto de enseñanza, ello es gracias a que Piélagos adelantó la financiación a la Consejería de Educación. A veces hay que apostar y cuando se apuesta bien, aunque conlleve sacrificios como el referido, al final la gran beneficiada es la comunidad en general.

Piélagos, además, hace tiempo que ha apostado por una gestión moderna, dando un protagonismo especial a la planificación cara al futuro. Es el primero de Cantabria en confiar a una empresa privada especializada la elaboración de un plan estratégico a veinte o treinta años, que es una fórmula eficaz para saber gobernar con claves futuristas, es decir, con horizontes a medio y largo plazo.

No ha sido un municipio donde se haya volcado la inversión autonómica. En su momento las carreteras se mejoraron por imposiciones en pactos presupuestarios, pero para observar la discriminación de los últimos años hay que comprobar in situ como la carretera de Requejada a Mogro ha tenido un tratamiento generoso en este tramo y mezquino e incomprensible en el de Mogro a Oruña, en el que se castiga a los vecinos de Piélagos a no tener aceras ni puntos de luz. Recuerdo, sobre todo, que por un motivo de absurda venganza un titular de la Consejería de Cultura cuyo nombre no viene al caso, inversiones aprobadas en el Parlamento como el polideportivo de Liencres o la rehabilitación del Santuario de la Virgen de Valencia, no se ejecutaron. La primera, ya está en marcha desde el esfuerzo municipal y sin una peseta del Gobierno de Cantabria; la segunda, el alcalde Pacheco se ha comprometido a acometerla en breve, también por la falta de colaboración autonómica.

El Ayuntamiento está a la espera de que las inversiones anunciadas en saneamiento se ejecuten. Una partida inicial ya figuró en pasados presupuestos de Cantabria pero se está a la espera de un plan integral. Este es un problema de primer orden y es preciso evitar que el Pas se convierta en un río muerto, siendo noticia negativa cuando de vez en cuando se detectan vertidos incontrolados.

Hemos llegado hasta aquí tras iniciar esta reflexión con la positiva iniciativa de Liencres. No siempre - mejor dicho, casi nunca - esto de acercar la Administración a los ciudadanos se cumple. Estamos, pues, ante el éxito de una experiencia descentralizadora que merece un aplauso; todo lo contrario de lo que sucede a nivel de Comunidad Autónoma cuando llevamos más de dos años con una ley de comarcas que representa precisamente la descentralización y que, como parece, no hay interés alguno en desarrollarla.

Publicado en ALERTA 14/7/2001