Claves
(no secretas) de una crisis.
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Situar en el Gobierno a todo el equipo doméstico de una Presidencia, transforma a un Ejecutivo en una "peña" o una "cuadrilla" con fines partidarios, además de un hurto al necesario debate sobre temas cruciales al evitarse las divergencias y contradicciones.Desde hace seis años en Cantabria no se hace política; simplemente se gestiona un presupuesto. |
En este tiempo vacacional en el que habitualmente nada ocurre, se han producido en Cantabria cambios importantes en la estructura del Gobierno que, en sistemas parlamentarios, habitualmente responden a las crisis que de vez en cuando afectan a un equipo y que, sin embargo, los responsables de aquí rechazan de plano. Veamos lo que ha pasado en estas últimas semanas. Hace un mes se ha cesado a un director general responsable con el Sr. Revilla de la aprobación de planes de urbanismo y de promociones urbanísticas, que han anulado los tribunales de justicia. Al mismo tiempo, se ha anunciado un cambio en la composición de la Comisión regional de Urbanismo por el fracaso al que ha llevado el actual modelo. En base a dichas sentencias, hay que derribar algunos cientos de chalets/viviendas autorizados por el Gobierno cántabro. Pero esto no es crisis. Hace dos semanas dimitió o fue cesado el consejero de Economía. La justificación fue que había agotado en apenas año y medio todo un programa para cuatro años. Es increible semejante afirmación. Solo si repasamos el estado de la deuda de Cantabria, ya tenemos un problema incrementado en estos dos años, sin saber, todavía, a que inversiones de interés se ha llevado o, como parece, que déficits ha cubierto de transferencias mal negociadas o aceptadas sin rechistar. Ahora, en estos días, se ha producido un cambio de gobierno que ha afectado, además, al consejero de Industria cuyo cese se le comunica momentos antes de acudir a una reunión que intentaba acercar posturas en el litigio de Trefilerías Quijano en el que hay más de doscientos empleos en juego. No es precisamente la mejor oportunidad para un relevo. Pero esto tampoco es una crisis. Entonces, aquí, ¿que se entiende por crisis política?.Tal y como se han manifestado los responsables, se transforma la crisis como una parada para tomar aire y un nuevo impulso. Pero ¿cómo hablar de impulso si no hay apenas pulso?.Es, además, incoherente por parte del señor presidente hablar de impulso cuando hace ocho días en un acto institucional del día de Cantabria se refirió, fuera de lugar, a que su Gobierno es el primero de la clase a nivel nada menos del Estado, afirmación que si el presidente se la cree, justifica todo menos unos cambios. En todo caso, cuando quién promueve desde su competencia un relevo en un gobierno sale para desmentir que no hay crisis, el contexto, con seguridad, es que existe. No hace falta reiterar el aforismo tan popular "excusatio non petita acusatio manifesta". La situación a la que estamos asistiendo estos últimos días en Cantabria nos dice que varios miembros de la máxima confianza doméstica del mandatario pasan a la primera línea y controlan el Gobierno y sus carteras más importantes. Este contexto evoca algún pasado, aunque ahora las técnicas no sean bruscas por la diferencia de caracteres y, en el fondo, se haga todo de forma más sofisticada; planteamientos, por cierto, que se denunciaba por alguno de los miembros relevantes de este gobierno en relación a un pasado que denostó. Lo que ahora tenemos en Cantabria tal y como ha surgido y con que supuestos propósitos, no es un Gobierno; parece más una "peña" o una "cuadrilla" pensada para una batalla partidaria dentro de un año que denota, al menos, desconfianza en otras instancias ya que si otros gobiernos salen del grupo parlamentario que apoya o, del partido, en este caso, al completo, surge del equipo doméstico de un presidente que ha implantado una doctrina de alto interés para los estudiosos en cuanto a que antes de llegar a consejero, se debe pasar por el puesto de jefe de gabinete. |
Un Gobierno que surge de un entourage doméstico no es por casualidad. Tiene otros fines que desconocemos, pero que al menos percibimos que es un equipo para no debatir, para que no se produzcan divergencias y contradicciones, que evitará compromisos con los temas cruciales y hurtará debates sobre los asuntos relevantes, situación que puede resultar una prostitución del fin esencial de las instituciones políticas y de la base de las mismas que se conforman a través de los partidos políticos; en consecuencia, una falta del servicio que la sociedad democrática debe esperar de éstos. A lo afirmado, hay que destacar que partiendo de una tesis mayoritaria de que los Gobiernos están para hacer política y desde la política - si hay personalidad, convicciones y responsabilidad - negociar proyectos de interés general en Madrid y Bruselas, en el Gobierno de Cantabria es perceptible en esta remodelación la falta de políticos y la preeminencia de funcionarios sin ese bagage imprescindible para negociar y plantear reivindicaciones de estricta visión y planteamiento político. Cierro esta reflexión afirmando que en Cantabria llevamos seis años sin hacer política; simplemente se gestiona un presupuesto. Por mucho que nos lo quieran pintar de otra manera, esta es una crisis en toda regla en la que las relaciones se van agrietando. Si fuese un relevo normal, de consenso y sin problemas en las cúpulas, se hubiese seguido el proceso de la tan traída normalidad: reunión del comité ejecutivo del partido que le sustenta; información al grupo parlamentario y, finalmente, comunicación oficial de los cambios. Aquí han faltado las dos primeras premisas; incluso en los relevos es normal que algún miembro relevante de un grupo parlamentario gobernante - que se supone los haya - pase al Ejecutivo, aunque en este caso es, precisamente, el equipo doméstico de la Presidencia el que toma el timón al completo. Son claves suficientes y el personal, la calle, intuye que comienzan los movimientos tácticos. Recientemente desde instancias gubernamentales y en respuesta a una pregunta sobre nombres para la consejería de Economía, se buscó un símil que al mismo tiempo es una clave para entendidos. Aludió en plan figurado a la carpeta azul de Aznar donde al parecer anota sus decisiones más íntimas. Según el portavoz, la carpeta de Martínez Sieso es más secreta en contenidos y opacidad; sin embargo, hay una profunda diferencia: el señor Aznar es presidente del Gobierno y del partido que le sustenta y esta circunstancia no concurre en el señor Sieso, además de que en España y en sus Comunidades Autónomas el sistema político es parlamentario y no presidencialista. En consecuencia, unos han movido ficha y algo profundo se está cociendo. ALERTA 25/8/2001
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