Pensamiento único y situación de Cantabria
Sobre el reciente informe de las Cajas de Ahorros se ha minimizado que nuestra comunidad creció por debajo de la media nacional y se ha ocultado que nuestra deuda creció más de un 20 por ciento (siete veces más que la media del Estado). Seguimos sin saber a que proyectos productivos se han dedicado los más de siete mil millones de incremento de la deuda.
La atonía actual, la indefensión de los intereses de la comunidad, tendrá algo que ver con que en el portal piquio.com en una encuesta en la que ya han opinado cinco mil internautas cántabros, el 75 por ciento rechaza a la actual clase política.
Cuando se escribe habitualmente en la prensa, es aconsejable seguir con atención las sugerencias de los lectores y, en todo caso, tomar nota de lo que por distintas motivaciones o sensibilidades impacta a la persona, que nos brinda su atención al detenerse unos minutos en esta tribuna libre. En mi artículo de la pasada semana con el título Derechos de Suances e intereses de Torrelavega, deslizaba entre líneas una crítica contra un cierto ambiente que quiere imponernos el pensamiento único, que desde hace ya tiempo se viene impulsando desde las áreas del poder autonómico (PP-PRC) con algunos apoyos colaterales y mediáticos, éstos últimos, haciendo el servicio de proyectar mensajes, rebajando o distorsionando otros, no menos importantes para analizar una situación o coyuntura.
Esta teoría del pensamiento único se basa, en líneas generales, en que aquí todo va bien, que tenemos excelentes gobernantes, que vivimos gracias a estos salvadores una etapa de vacas gordas (por cierto, nunca el sector ganadero ha estado tan mal y en el abandono más insolidario); que, en fin, esto es el paraíso de la normalidad y que no tenemos que quejarnos por retrasos de infraestructuras, que tras el reciente "concilio" viario ya sabemos que para el 2010 todo estará solucionado. También, por exclusión, el pensamiento único consiste en anatemizar a quienes discrepan - sobre los que se dice que son pocos y se quejan por egoísmo - como si pensar, reflexionar y concienciar sobre la necesaria defensa de los intereses de Cantabria, fuera asignatura prohibida.
Sobre este contexto en el que planea con presión insistente la búsqueda del pensamiento único, encontramos en la última semana algunos ejemplos de cómo se ejerce, sobre todo controlando la información o, los datos que pudieran alterar la idea de una Cantabria feliz en la que todo va bien, que impide que el ciudadano alcance una idea global y exacta sobre la situación que vivimos y padecemos. Lo hacemos analizando varios documentos y estadísticas, en concreto, el último informe económico a nivel del Estado que ha realizado en esta ocasión una institución independiente y de gran prestigio como el de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (Funcas), que preside el profesor Fuentes Quintana; la situación del paro por comunidades autónomas a 31 de diciembre de 2000 y, los últimos datos sobre el desempleo, que se han conocido recientemente. Para esta reflexión es imprescindible valorar la información que se ha facilitado a la sociedad cántabra, los datos que han quedado infravalorados o, aquellos que se han ocultado:
1.- Los titulares de la prensa escrita y de medios audiovisuales ocultaron que el Producto Interior de Cantabria creció por debajo de la media nacional.
2.- Todos los medios de comunicación cántabros han silenciado una parte sustancial del informe de Funcas en relación al aumento "incontrolado" de la deuda en algunas Comunidades Autónomas, concretamente en la Comunidad Valenciana y Cantabria. Curiosamente la prensa valenciana ha dado prioridad a este dato, abriendo una fuerte polémica y ocupando durante varios días la atención de los medios de comunicación y de su clase política.
3.- Cantabria cerró el año 2000 con un incremento del paro, hecho que se produjo únicamente en la comunidad extremeña. En el resto de España el paro descendió, dato éste que es todo un diagnóstico y que, sin embargo, se ha minimizado.
4.- El paro aumentó en 1.700 personas en el primer trimestre, un 5,91 por ciento, estadística ésta, por cierto, dismulada por el Gobierno cántabro con el apoyo entusiasta de la dirección de Comisiones Obreras que para apuntalar el "pensamiento único" prefirió ¡destacar! el "subidón" de la ocupación en Cantabria. UGT, más realista, calificó de "especialmente preocupante" la estadística del empleo en el primer trimestre del presente año.
Esta estrategia de proyectar informaciones con un determinado sesgo, cuando los medios de comunicación tienen una importante función social, corresponde a esta tesis que he expuesto de avanzar en el objetivo del pensamiento único. Cuando sale una estadística negativa, se hacen esfuerzos para que los medios de comunicación las dulcifiquen, o que destaquen datos irrelevantes, cuando a los cántabros nos interesa conocer aquello que más nos afecta; esfuerzos a los que se añaden las declaraciones "fijas" de algunos responsables del Gobierno y, finalmente, el apoyo de organizaciones que en sus pactos con el Gobierno regional son bien retribuidos a través de los generosos capítulos de subvenciones. Así, a falta de un sólo titular que indicara que Cantabria había crecido menos que la media nacional, se nos presentaron, sin embargo, titulares de primera página que nos informaban que "Extremadura y el Mediterráneo lideran el crecimiento económico" o "España, más cerca de Europa". ¿No es curioso?.
Más llamativo - pero no sorprendente - es lo que se ha ocultado en Cantabria del informe de las Cajas de Ahorros. Me refiero al crecimiento del endeudamiento por Comunidades Autónomas, que la Funcas denuncia indicando que existen "casos claros" de su aumento "incontrolado", señalando a Cantabria y la Comunidad Valenciana como las autonomías donde más subió la deuda durante 2000. El dato es importante: mientras en el Estado el endeudamiento creció un tres por ciento, en Cantabria superó el veinte por ciento. Sobre estos datos quiero reiterar mi posición: el endeudamiento es positivo cuando significa adelantar la financiación a un proyecto productivo o infraestructura viaria, cultural o de otro tipo, que redunde en beneficio de toda la comunidad. El problema del incremento del endeudamiento cántabro es que no se contesta sobre el destino de esa deuda, lo que nos obliga a pensar - sobre todo cuando se niega - que ha servido para financiar el gasto corriente o asumir déficit importantes de transferencias. Si así fuera, ese endeudamiento es peligroso, negativo e improductivo.
Resultado de ese interés de promocionar los "valores" del pensamiento único, se nos ha venido encima una avalancha de promesas y cifras que en plazos de ejecución superan a la previsible etapa de gestión del actual partido gobernante y de quienes las hacen. Teniendo en cuenta que el valle del Ebro, por ejemplo, cuenta con autopistas desde 1980, los defensores de instalar el pensamiento único entienden que no llega tan tarde que tengamos las autovías en el 2010 o, ferrocarriles a "dos velocidades". Además, quieren que les aplaudamos, cuando nuestro crecimiento por debajo de la media nacional es por culpa de unas infraestructuras insuficientes en el comienzo del siglo XXI y un Gobierno agotado en las ideas que exigen estos nuevos tiempos, con falta de imaginación y muy escasa convicción en defensa de los intereses de Cantabria, léase plan hidrológico, Valdecilla, nuevas tecnologías, falta de nuevos proyectos industriales, etcétera. Esto parece que lo intuyen los ciudadanos ya que, sin proponérmelo, me he encontrado con una página web que responde al indicativo "www.piquio.com" que en una encuesta sobre la confianza de los internautas en la actual clase política cántabra ,los resultados eran contundentes a las 19 horas del jueves, cuando escribo estas reflexiones: de 5.580 votos emitidos por los internautas, 4.153 han expresado su desconfianza ¡nada menos que el 75 por ciento!. No es concluyente, pero marca una tendencia y una invitación a la reflexión .
(Publicado en ALERTA el 26/05/2001)