Cuarenta años de una idea ambiciosa:El teleférico de Fuente Dé.
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El ingeniero lebaniego don José Antonio Odriozola elaboró el proyecto con una visión de futuro que cumplida ha transformado la comarca lebaniega.En Cantabria faltan apuestas imaginativas como la que comentamos, que se realizó en una etapa de escasísimos recursos públicos. |
Si
estuviera entre nosotros el recordado y admirado maestro de periodistas
don Florencio de la Lama Bulnes, con toda seguridad que en estas fechas
estaría evocando en las páginas de la prensa cántabra el cuarenta
aniversario de la puesta a debate de la genial idea del ingeniero
lebaniego don José Antonio Odriozola Calvo que pocos años después
culminó con la instalación de un teleférico en Fuente Dé al pie de los
Picos de Europa. En recuerdo al ilustre periodista y en homenaje a
Odriozola Calvo, trazo estas líneas que quieren evocar un hecho
trascendente para Liébana y, en general, para Cantabria ya que el teleférico
desde los años setenta ha ido transformando la vida social y económica
de la comarca lebaniega y de sus gentes.
Don José Antonio Odriozola falleció en accidente de tráfico el
23 de enero de 1987 y tiempo después su viuda, doña Araceli Alonso,
nacida en Cosgaya y hermana de Alfonso Alonso, el montañero lebaniego que
participó en la primera expedición española al Everest, me entregó
algunos de sus trabajos que guardo con emoción entre los que figuraba el
original del estudio que presentó a las autoridades lebaniegas en enero
de 1962 con el título “Consideraciones
para la instalación de un teleférico en Fuente Dé”. Este estudio
consta de veinte páginas mecanografiadas y una serie de mapas que
marcaban la ubicación propuesta –y aceptada- en su recorrido hasta el
teleférico Balcón del Cable.
Quienes hemos tenido acceso a este documento póstumo de Toño
Odriozola comprobará que lo que el gran ingeniero lebaniego –toda una
autoridad montañera a nivel internacional- observó desde la lejana
atalaya de los inicios de la década de los sesenta para Liébana se ha
cumplido con creces. No es necesario que insista que Odriozola era un
hombre brillante e inteligente, pasional por la actividad montañera y
enamorado sobre todo de los Picos de Europa que conocía al detalle y que
en aquellos tiempos era solo lugar accesible para montañeros y amantes de
la caza. En el preámbulo de este estudio, afirmaba que teniendo Liébana
un turismo relativamente muy escaso en cantidad, a todas las bellezas que
encierra Liébana había que añadir algunas ideas conducentes a tratar de
canalizar una mayor corriente turística.
Odriozola estaba convencido que Liébana era la puerta natural a
Picos y en su estudio dirigido a elevar a trascendente esta consideración
afirmaba que “esta situación de privilegio puede aún explotarse al máximo
con una ordenación racional de las posibilidades que encierra el binomio
Fuente Dé-Aliva o, mejor aún, el conjunto Fuente Dé-Lloroza-Aliva, para
añadir el núcleo fundamental de la propuesta de Odriozola que
transcribimos de la página siete de su estudio: “El
primer paso y el fundamental lo constituye la instalación de un TELÉFERICO
entre la pradería de Fuente-Dé y el Balcón del Cable, aproximadamente
entre las cotas 1.050 y 1.850. El que la idea es realizable lo prueba el
hecho de que ya en los primeras décadas del siglo existió entre esos
mismos puntos un sistema análogo, pero destinado solamente a bajar el
mineral de blenda extraído de las zonas de Hoyo de Lloroza y adyacentes.
Precisamente el Mirador o Balcón del Cable debe su nombre a este
primitivo “cable” por el que se bajaba el mineral”. La visión de Toño Odriozola no se centró exclusivamente en observar con décadas de antelación por donde se abría una puerta de impulso económico a la comarca, sino también en recomendaciones que no eran entonces muy de uso. Así, en su estudio aconsejaba que las instalaciones y cables fueran lo menos visibles al objeto de no alterar el paisaje, eludiéndose los entramados metálicos y las estaciones terminales de hormigón. Recomendaba “no meter” la civilización en los Picos con construcciones demasiado visibles desde las cimas y por ello indicaba que la estación terminal superior del teleférico debía ubicarse al este del Balcón del Cable y por debajo del nivel de éste.
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Esta visión de Odriozola que desde niño conoció a fondo su
tierra y sus picos, le llevó a indicar en su informe que “el teleférico
exige un hotel o parador en las inmediaciones e, indudablemente, Fuente Dé
reune todas las condiciones exigibles para ello: agua abundante, accesos,
orientación al sur, terreno resguardado por el anfiteatro rocoso, etcétera”.
También aventuraba un camping y la revalorización del Refugio de Aliva,
estimando que con el paso de los años todo el recorrido de Ojedo a Fuente
Dé estaría marcado por la existencia de pequeños hoteles y posadas. El
mismo Toño Odriozola impulsó en Cosgaya la posada de las hermanas
Lamadrid, ejemplo de su fe en estas estructuras hoteleras de dimensión
familiar. Para ocultar las instalaciones mineras abandonadas, la visión
de Odriozola recomendaba plantar árboles, decantándose “por hacer un
esfuerzo con especies arbóreas locales como hayedos, robledales, castañares
y nogales, para añadir en su detallado y preciso informe: “La
estética y el sabor local saldrían ganando. No pretendemos hacer de
Fuente Dé un rincón suizo o canadiense, cuando podemos conseguir allí
nada más y nada menos que un modelo de tipismo montañés, geográfica y
arquitectónicamente hablando”.
Algunas de sus propuestas las consideraba en su informe como “sueños
irrealizables” y todavía siguen pendientes; sin embargo, su principal
idea se concretó en pocos años con el apoyo de las autoridades
lebaniegas y del entonces presidente de la Diputación don Pedro Escalante
Huidobro, el cantabrón, de brillante gestión. En el resumen de su
informe, Odriozola destacaba la necesidad de lograr objetivos como los que
siguen y que figuran en un estudio elaborado a lo largo de 1961 y
entregado al consejo económico sindical de Liébana en los finales de
enero del año siguiente. Observemos su agudeza: 1.-
Estudio de las posibilidades del circuito turístico-religioso-arqueológico
de Lebeña-Santo Toribio-Piasca. 2.-
Acondicionamiento del camino a Fuente Dé, primer paso para el siguiente. 3.-
Instalación de un teleférico entre Fuente Dé y el Cable, sobre el que
se apoyaría toda la ordenación turística de Liébana. 4.-
Construcción de un Parador en Fuente Dé.
Además de estos pilares para ordenar el progreso de la comarca
lebaniega, Odriozola acompañaba otras iniciativas como el montaje de
telesquís en Aliva y Lloroza, líneas de energía eléctrica,
repoblaciones fluviales, máquina quita-nieves, mejora de comunicaciones,
en un esfuerzo conjunto y global.
Tuve la fortuna de conocer muy de cerca la enriquecedora
personalidad de José Antonio Odriozola Calvo. Le visitaba en su casa
madrileña de la calle Esponceda y su despacho de presidente de la
Federación Española de Montañismo. Su inesperada muerte, todavía
joven, truncó muchas posibilidades y proyectos que tenía inmensa pasión
por desarrollar, perdiendo Liébana una figura de la que se esperaban
muchos proyectos positivos. En el montañismo español e internacional fue
una autoridad respetada por sus conocimientos y en sus visitas constantes
a Picos comprobé cómo llevaba un cuaderno de campo en el que anotaba
minuciosamente las vicisitudes y datos de sus marchas. Recuerdo que una de
esas caminatas por la calzada romana del Caoro, que desde la divisoria
desciende hasta Arenas de Cabrales salvando un desnivel de casi mil
metros, fue anotando en su cuaderno el número de “tornos” de la
calzada y la altitud correspondiente. Pienso que estos cuadernos de campo
y todo lo que dejó escrito representa un activo para impulsar una fundación
que llevara su nombre en defensa de Liébana y de Picos de Europa, su gran
pasión. ALERTA 2/2/2002
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