Cuando mienten nuestros gobernantes |
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Los datos sobre crecimiento económico facilitados por la Fundación de Cajas de Ahorros expresan la realidad que vivimos y afrontamos las familias cántabras, no la que expresa la propaganda oficial. |
Hace unos días la
Fundación para la investigación social y económica
de las Cajas de Ahorros (Funcas) que preside el profesor don Enrique Fuentes
Quintana ha dado a conocer los datos oficiales de crecimiento
económico de España y de sus Comunidades Autónomas
en el año 2002. El análisis que ofrece sobre Cantabria es
el que realmente perciben las familias cantabras y no
el que auguraban en forma de propaganda nuestros gobernantes: el crecimiento
de la económica cantabra fue del 1,78 por ciento, sensiblemente
inferior al de la media que se sitúo en el 2,19.
Se trata, sin duda, de un dato duro y adverso para los intereses, Cántabros,
por lo que representa de quedarnos más lejos en
cuanto a renta y crecimiento económico de un buen numero de comunidades
autónomas.
No hace mucho tiempo la Fundación de Cajas de Ahorros presenta una radiografía certera sobre el crecimiento económico desde 1995 hasta 2001, etapa que coincide con la gestión del actual gobierno, afirmando que nuestro crecimiento a pesar de la bonanza económica de aquellos años, había también inferior a la media nacional. Este dato demoledor había sido precedido de una campaña de propaganda millonaria del Gobierno PP-PRC, insistiendo en que Cantabria se había situado a la cabeza del crecimiento económico del Estado, lo que no entendemos como obstinación de intentar cambiar falsamente la realidad ya que en el contexto de las familias, en la vida del día a día, es donde mejor se percibe el estado de la situación económica, que no es -ni con mucho- como nos la pintan Sieso y Revilla. Los datos de la Fundación de las Cajas de Ahorros que preside Fuentes Quintana ponen de manifiesto que nuestra industria decrece; sectores como la ganadería y la pesca están sometidos a una profunda depreciación de sus rentas y, finalmente, el sector servicios no es capaz de absorber lo que los demás sectores van perdiendo. Volvemos a reiterar que sin industria Cantabria no tiene futuro y cada vez que perdemos una décima en el posicionamiento de este sector en la economía cantabra, disminuye también nuestra perspectiva de futuro. No entendemos, por tanto, que el Gobierno no sea capaz de ver esta situación que insta a los poderes públicos de la autonomía a concentrar su esfuerzo institucional en crear suelo industrial como a buscar inversiones por donde sea. Si tenemos en cuenta que, además, nuestros empresarios no son bien tratados o, al menos, no se sienten bien atendidos y reciben constantes ofertas de fuera, la señal de alarma esta instalada en cuanto a que necesitamos actuar con urgencia e insistencia en el reforzamiento de la industria cantabra. Después de ocho años de gobierno de la coalición popular-regionalista, Cantabria (80,14 por ciento) se encuentra a larga distancia -más de siete puntos- de la media nacional (87,8%), en cuanto a la convergencia con la Unión Europea, lo que pone de manifiesta la gran distancia que nos sacan las comunidades más ricas de España, caso de Navarra (108,32%); Baleares (110%) o Cataluña, Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León o La Rioja, comunidad esta que ha alcanzado la convergencia con la UE. Y esta es, tristemente, la dura realidad, frente a la que se nos ha mentido, se ha engañado a la ciudadanía con dinero publico y, sin embargo, se insiste por unos gobernantes fracasados que afirman que somos los primeros en crecimiento. De verdad, es lo que quisiéramos aunque los datos lo desmientan para desgracia de nuestra comunidad y de nosotros, los Cántabros, que asistimos día a día a la perdida de un poco de futuro, coincidiendo con la salida hacia otras comunidades de nuestros jóvenes, bien preparados profesionalmente, porque aquí no encuentran la dignidad de un trabajo. ALERTA - 29 de Marzo de 2003 © José Ramón SAIZ ![]() |